El ágata veteada es una variedad de ágata que recibe su nombre por su superficie, que presenta patrones que se asemejan a hilos o líneas finas. Estos patrones suelen aparecer en una variedad de colores y formas, como blanco, marrón y gris, lo que le da un aspecto fluido y natural. Las variaciones de color y la textura son el resultado de depósitos minerales y procesos geológicos naturales, lo que hace que cada pieza de ágata veteada sea única.
En la curación energética, se cree que el ágata venosa tiene propiedades protectoras y estabilizadoras. Puede ayudar a quien la lleva a mejorar el equilibrio emocional, aliviar la ansiedad y el estrés y aportar paz interior y tranquilidad. El ágata venosa también ayuda a fomentar el pensamiento claro, mejorar la capacidad de toma de decisiones y brindar apoyo emocional.